La carga social de la soledad

Hoy empiezo una nueva sección en Las letras también hablan, en la que te mostrare mis colaboraciones en la revista donde escribo. Las temáticas son variadas y estoy seguro que serán de tu agrado. Mi primer texto se llama "La carga social de la soledad" , en la que hago una reflexión de lo difícil que puede ser para muchos, no contar con la compañía de alguien. 

Vivir en un contexto social en el que una de las metas importantes es no estar solo y contar con alguien, puede ser una carga que inquiete a muchos. Es una idea difundida desde pequeños, gracias a las novelas, cuentos de hadas y medios de comunicación que bombardean estos pensamientos constantemente. 

La carga aumenta cuando seres allegados tienen pareja, e inclusive si se observa a personas que no cumplen estándares altos de belleza disfrutar de una relación. La edad juega otro papel en la mente, pensamientos del tipo “siempre estaré solo”, “nadie nació para mi”  invaden y presionan.

Pienso que todo esto que cite, tiene que ver con algo muy simple llamado “creencias”. Unos creen que si hacen bien las cosas en esta vida, al morir tendrán como recompensa el cielo, otros más que si pasas por debajo de una escalera tendrás una especia de maldición. Las dos situaciones tienen un grado alto de incertidumbre y duda.

Las creencias son una especia de chip que se instala en la mente y se desarrolla siendo reforzado por el entorno social que te dice: “pórtate bien”, “se buen estudiante”, “hazle caso a tus padres”, ten novia a los 18” y “”cásate a los 25”. A mi me parece una idea convencional que genera una presión inexistente.  No tiene porque alterar tu vida, que llegues a lo 20 y no tengas una relación, que existan fechas significativas y la pases solo. Deja de hacer lo que otros hacen y dicen que hay que hacer y genera tu propia filosofía de vida.

Estar soltero o sin compañía no es sinónimo de aburrimiento ni depresión. Si eres lo suficientemente hábil le puedes sacar el mejor de los provechos a tu estatus, enfocando todas tus energías en la mejora de aspectos de tu vida que te desagradan y buscando tu realización personal.

Aprender a vivir consigo mismo es quizás una de las tareas más difíciles de experimentar, ya que te enfrentas a tus peores fantasmas y percibes realidades de tu vida que desconocías, esto traerá como ganancia el reconocimiento de aptitudes y cualidades que reforzaran la autoestima.

 Es lindo estar enamorado y compartir momentos con el ser amado, sin embargo si no cuentas con ello, no pasa nada, naciste sin compañía, probablemente te iras igual, razón suficiente para comprender que no dependes física ni emocionalmente de nadie.

Hasta la próxima!

"Amarse a uno mismo, es el inicio de un romance que dura toda la vida."