Transcurría el año de 1903,
las tardes eran cortas y las noches parecían largas, dos hermanos se sentaban a
observar las estrellas y en ellas visualizaban sus sueños hechos realidad. La
simple idea de volar como un ave les motivaba, imaginar trasladarse a donde
quisieran y sentir el viento correr por su piel, era algo indescriptible. Al compartir
esta fantasía con sus allegados, no faltaron los señalamientos y burlas por
esta idea poco usual.
Sin embargo, pese a la incredulidad
de muchos, se fijaron una meta: construir el primer medio de transporte aéreo
de la historia. En conjunto con otras personas trabajaron arduamente, erraron
cuantas veces fuera necesario, hasta lograr lo que hoy conocemos como avión.
Los hermanos Orville y Wilbur Wright marcaron la historia de la humanidad, gracias
a un destello que paso por su mente y decidieron convertirlo en realidad.
Tal como ellos, pienso
que así comienza el nacimiento de los sueños. Todo surge de una idea y la
ilusión de lograr un objetivo. Los hermanos Wright, nos enseñan que se puede
cristalizar todo lo que se tenga en mente, siempre y cuando este cargado de
trabajo, motivación y decisión. Una pequeña acción, puede traer grandes cambios
en todo tu alrededor.
Es trascendental la
iniciativa en cualquier cosa que se desee, esperanzarse a que por obra de un
milagro de la naturaleza tu situación cambie, me parece absurdo. Creer merecer
algo, y esperar a que llegue en bandeja de plata, es la mayor excusa para la
pasividad. La realidad es otra y es bueno tener los pies en la tierra. Nada
llega solo, todo tiene un precio y hay que pagarlo.
El filósofo “Platón”,
citaba que existían dos mundos: “el mundo de las ideas y el mundo real”, de ti
depende en cual mundo quieres vivir. Uno es clave para la creación de todos tus
sueños, pero de nada sirve si no es reflejado en lo que marca el segundo: lo real.
Los Wright empezaron a tener credibilidad cuando sus pensamientos iban siendo
congruentes con sus acciones, dejando de lado las fantasías y aterrizándola en hechos
visibles.
La vida es muy corta,
para esperar a que las cosas sucedan, sea cual sea tu meta, haz lo necesario
para conseguirla. Introduce la insatisfacción a tu entorno, no como algo
negativo sino como impulso fundamental para no desistir de tu anhelo. Los
señalamientos siempre estarán a la orden del día, seria un error regir tus
acciones en busca de la aprobación de los demás. Dosis de iniciativa serán de
vital importancia, ya que serás tu propio motivador.
Por ultimo me despido
con una frase que alguna vez me transmitieron y tiene mucha relación con lo
antes escrito:
“La zona donde estás es
cómoda, sin embargo un simple movimiento puede llevarte de un mundo llamado “lo
deseo” a otro llamado “lo tengo.”
Hasta la próxima!
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